Al baile de siglas en pro de la eliminación de cualquier derecho fundamental, llega un nuevo actor: CISPA. El último misilazo yankee a la linea de flotación de la privacidad en internet. 

Después de que haya caído SOPA (aunque, como dicen por ahí, alguien pretenda recalentar el plato), después de la PIPA (y no la de mi avatar, lamentablemente), después de que al ACTA le quede menos futuro que a Bradley Manning (no te olvidamos), se sacan de la manga cuatro siglas nuevas, a ver si esta vez cuela.

Entramos ya de lleno y sin tapujos en el 1984 Orwelliano, siendo la CISPA la encarnación real de la "pensapol". Bajo el pretexto de la "ciber-seguridad", se pretende pasar por encima de toda ley, monitorizar todas las actividades, vigilar a todo el mundo, espiar a todos. 

El "Gran Hermano" ya está aquí. 



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